Una delimitación revolucionaria con una minoría pequeñoburguesa y revisionista del marxismo:

 

Sobre el Imperialismo en el 2010 y la escisión del socialismo

Carta de la Liga Obrera Internacionalista de Vanguardia (WIVL)

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Pronunciamientos:

- Carta del Secretariado de Coordinación Internacional de la FLTI

- Carta abierta al proletariado mundial del la Liga Obrera Internacionalista de Vanguardia (WIVL) de la FLTI

- Pronunciamiento del Grupo Revolucionario Internacionalista - Cuarta Internacional de Zimbabwe

- Pronunciamiento de la Fracción Trotskista - Vanguardia Proletaria de Brasil

 

 

Liga Obrera Internacional de Vanguardia (WIVL) de Sudáfrica

Carta abierta al proletariado mundial:
Sobre el imperialismo en el 2010 y la escisión del socialismo

9/3/2010


Se nos viene a la memoria el trabajo de Lenin sobre el Imperialismo y la Escisión del Socialismo, escrito en 1916, en medio de la primera guerra mundial imperialista. El mismo reflejó la relación entre el imperialismo y el triunfo del oportunismo en Europa. Hoy, con el dominio mundial del imperialismo norteamericano, podríamos también preguntarnos cuál es la relación entre la barbarie del imperialismo hoy y el triunfo del oportunismo en EE.UU., Europa y Japón.
Lenin argumentó que hay una relación fundamental entre socialchovinismo y oportunismo. En otras palabras, el parasitismo del imperialismo sobre las masas del mundo crea ganancias masivas que le permite a una capa privilegiada de la clase obrera, la aristocracia obrera, alimentarse de las migajas que el capital monopolista les pudiera arrojar. En 1916, la abrumadora mayoría de los socialdemócratas (en realidad representantes de la aristocracia obrera) y los kautzkistas, se alinearon abiertamente con su propio imperialismo mientras se llenaban la boca de palabras sobre el socialismo. La izquierda de Zimmerwald, entre ellos los Bolcheviques, eran la minoría, que eligieron llamar a la clase obrera a derrotar a sus propios regímenes en sus países en el medio de la primera guerra imperialista. Esa fue la escisión del Socialismo.
Durante varias décadas, la mayoría de la “izquierda” de los centros imperialistas fue, y todavía es, oportunista, reflejando su dependencia del parasitismo del imperialismo. No sólo cada levantamiento de los centros imperialistas ha sido llevado por las fuerzas del oportunismo hacia un callejón sin salida reformista, sino que esta lucha ha sido deliberadamente separada de las luchas de la clase obrera de las colonias y semicolonias. Los stalinistas, los reformistas, los renegados del trotskismo, todos jugaron su rol de decapitar y desviar las luchas en los centros imperialistas así como también en el mundo colonial. La crisis de dirección hoy no es meramente la ausencia de una dirección revolucionaria, sino la sobreabundancia de direcciones contrarrevolucionarias.
Hoy, al principio del 2010, cuando el imperialismo le quita las migajas a la aristocracia obrera cada vez más, cuando su rivalidad interimperialista se agudiza, cuando los imperialismos menores son amenazados a ser reducidos al status de neo-colonia, como cualquier país de África, la clase obrera, como en Grecia, toma el camino de la revolución con una dirección que es oportunista. Los obreros de Europa, Japón y EE.UU. sufren golpes de reducción de beneficios y graves disminuciones al salario, nuevamente en un mar de direcciones oportunistas. El imperialismo sabe que la dirección de la resistencia es decisiva y pone a disposición todas sus medidas para comprar, cooptar o aislar a la dirección de las masas. Por otro lado, la dirección oportunista en los centros imperialistas se esfuerza por dirigir al movimiento de masas para recuperar las migajas que le fueron drásticamente reducidas; no están interesados en la revolución, sino meramente en recuperar su posición de privilegio.
El imperialismo ha creado el movimiento antiglobalización, el Foro Social Mundial, dirigido por los castristas y los renegados del trotskismo. Allí donde los stalinistas todavía tienen influencia, siguen decapitando los levantamientos revolucionarios y ahogando en sangre los levantamientos obreros. Los bolivarianos juegan un rol demagógico mientras que a su vez están en la nómina del imperialismo. En estos últimos años ha habido una gran tendencia al bonapartismo con una serie de golpes militares que se llevaron a cabo, la sangrienta dictadura burguesa del Partido Comunista Chino stalinista, los testaferros de los imperialismos norteamericano y japonés, significa el esparcimiento del bonapartismo en el mundo.
En el medio de esto, la clase obrera mundial está dando señales de que está tomando el camino de la revolución. En China en Tonghua y Lingzhou, en India en Coimbratore, en Madagascar, en Guadalupe, en Zimbabwe, en Grecia, en Turquía, en Italia (entre los inmigrantes africanos), en España, en Gran Bretaña e incluso en los EE.UU.
En este momento de una profunda crisis imperialista, la burocracia sindical, los stalinistas, los renegados del trotskismo, los bolivarianos, todos juegan el rol de ser el puntal principal, al interior del movimiento obrero, para impedirle a las masas tomar el camino de la revolución. Una vez más hay una escisión en el socialismo, la mayoría que son oportunistas y la minoría que toma el camino de la revolución, de querer refundar la Cuarta Internacional vía la lucha, como una fracción internacional de la clase obrera para derrotar al imperialismo mundial.

Sacamos las lecciones aquí de una tendencia oportunista, el HWRS (Obreros Humanistas por el Socialismo Revolucionario) que entraron a la FLTI (Fracción Leninista Trotskista Internacional) en julio del año pasado (nuestro congreso de fundación), para debilitar y posiblemente destruir a una fracción revolucionaria desde adentro. Sacamos las lecciones del proletariado mundial ya que tenemos que armarnos sobre tales infiltraciones, de la cual no hemos visto la última.
Esto es lo que Lenin escribió sobre la tendencia kautzkista en 1916, que creemos que todavía es relevante hoy y describe precisamente al HWRS:
El kautskismo no es ninguna tendencia independiente, pues no tiene raíces ni en las masas ni en la capa privilegiada que se ha pasado a la burguesía. Pero el peligro que entraña el kautskismo consiste en que, utilizando la ideología del pasado, se esfuerza por conciliar al proletariado con el "partido obrero burgués", por mantener su unidad con este último y levantar de tal modo el prestigio de dicho partido. Las masas no siguen ya a los socialchovinistas descarados: Lloyd George ha sido silbado en Inglaterra en asambleas obreras, Hyndman ha abandonado el partido; a los Renaudel y los Scheidemann, a los Potrésov y los Gvózdiev les protege la policía. Lo más peligroso es la defensa encubierta que los kautskianos hacen de los socialchovinistas.

El HWRS es un grupo de estudio aislado que usa la fraseología marxista para argumentar a favor de una estrategia de un Partido de Trabajadores reformista en EE.UU. en el mismo momento en que no hay un movimiento por un Partido de los Trabajadores, en el momento en que los burócratas de izquierda de los sindicatos están totalmente desprestigiados ante los ojos de la clase obrera, y en momentos en donde el odio de clase de la clase obrera hacia el capital monopolista está a en un nivel sin precedentes. Objetivamente, aun si lo pretendieron o no, el HWRS le hace propaganda al imperialismo de que ellos pueden jugar un rol valioso para contener la marcha revolucionaria independiente de las masas, proveyendo una cobertura por izquierda al Partido Obrero (de los Trabajadores) Burgués.
Lenin explicó más adelante en su Imperialismo y la escisión del Socialismo que a menos que se libre una lucha decidida e implacable contra los partidos obrero burgueses, no puede existir la cuestión de la lucha contra el imperialismo. Más adelante, él explicó, incluso si las masas en los centros imperialistas apoyan al partido obrero burgués, nuestra tarea es exponerlo (desenmascararlo, N. del T.) y “esto es lo principal --, no se trata tanto del número de miembros de una organización, como del sentido real, objetivo, de su política: de si esa política representa a las masas, sirve a las masas, es decir, sirve para liberarlas del capitalismo, o representa los intereses de una minoría, su conciliación con el capitalismo.
Esto es lo que el HWRS plantea en su documento programático “Nuestro programa: Desde dónde nos plantamos” … “Lucharemos por un movimiento de base basado en el principio de ruptura con los Demócratas y de construcción de un partido de los trabajadores. Abogamos por que los sindicatos presenten candidatos independientes en contra del Partido Demócrata (y todos los otros partidos capitalistas) como parte de esta estrategia” (negritas nuestras). Ahora, a menos que esto sea un mal inglés, está claro que el HWRS está por una estrategia de promover un partido de los trabajadores. Pero inclusive si asumimos que esto es simplemente un mal inglés, examinemos el resto de su posición para arrojar luz sobre su verdadera intención.

En 1932, Trotsky escribió: “Sin embargo, si en un momento determinado la creación de un ‘partido de los trabajadores’ impidiera al comunismo obtener grandes triunfos, nuestra obligación elemental no sería proclamar el carácter progresivo del ‘partido de los trabajadores’ sino su insuficiencia, su ambigüedad, sus limitaciones y su papel histórico de freno de la revolución proletaria.” En otras palabras, sostenía la misma posición que Lenin en 1916. Cuando elaboró más tarde, en 1932, Trotsky discutió sobre el partido de trabajadores. Señalaba que la mayor posibilidad de las posibilidades de intervenir en un Partido de Trabajadores sería en sus inicios, cuando no era un partido sino un movimiento político de masas amorfo; pero inclusive entonces “no ayudar a formar un Partido de Trabajadores”. Más aún, escribió: “Es cierto que el partido laborista puede ser un terreno de lucha propicio para nosotros y que, pese a haber sido creado como barrera ante el comunismo, en determinadas circunstancias puede fortalecer al partido comunista. Pero siempre con la condición de no considerar al partido laborista “nuestro partido” sino un lugar en el que actuamos como partido comunista absolutamente independiente.
En la carta del HWRS (El Partido de Trabajadores y el sectario subjetivo), ellos afirman: “Pero el Partido Obrero/de Trabajadores en EEUU no es probable que se desarrolle como el Partido Obrero en Brasil… En Brasil, la clase gobernante necesitaba un Partido Obrero reformista … Trotsky propuso un partido obrero en EEUU por la gran cantidad de trabajadores allí listos para la independencia de clase, pero no estaban listos para unirse al SWP”. El HWRS por lo tanto falsifica la posición de Trotsky sobre el Partido de Trabajadores presentándolo como algo positivo y de hecho rompe con la posición de Trotsky al tomar la primera posición en la propuesta de su formación cuando no hay movimiento al interior de la clase obrera.

El oportunismo usa las discusiones de Trotsky de 1938 sobre el Partido de Trabajadores para afirmar que cambió fundamentalmente su posición. Examinemos qué decía Trotsky y los lectores podrán sacar sus propias conclusiones:
En 1932, el movimiento sindical estaba dominado por la aristocrática burocracia de la AFL. En el período hasta 1938, la CIO (Congreso de Organizaciones Industriales) se desarrolló en oposición a la AFL, agrupando a 4 millones de obreros industriales en el movimiento obrero organizado que no provenía de la larga tradición de la aristocracia obrera. Cuando la CIO chocó contra sus propias limitaciones de un sindicato peleando contra los ataques capitalistas, se inició un movimiento por un Partido de Trabajadores como la expresión del deseo obrero por la expresión política independiente. Las condiciones en 1938 eran diferentes a las de 1932 y por lo tanto requerían distintas tácticas.
Esto es lo que Trotsky escribió en 1938: “¿Estamos a favor de la creación de un partido obrero reformista? No (…) Nosotros estamos por un partido, por un partido independiente, de las masas trabajadoras, que tome el poder del estado. Debemos concretarla, estamos por la creación de los comités de fábrica, por el control obrero de la industria a través de los comités de fábrica (…) debemos organizar la milicia obrera para organizarnos y luchar por nuestros derechos (…) Sería absurdo decir que defendemos un partido reformista. No podéis imponer vuestra voluntad por medio de un partido reformista, sino solo por medio de un partido revolucionario (…) En cada reunión diré: Soy representante del SWP. Lo considero el único partido revolucionario (…) Pero no soy un sectario (…) Estáis intentando crear un partido de los trabajadores. Yo os ayudaré, pero os propongo que consideréis un programa para ese partido (…) Pero debemos formar parte del movimiento [es decir, del movimiento que ya existía] La primera, el partido obrero independiente, prepara el terreno para nuestro partido (…) es una cuestión táctica (…) la propuesta de partido obrero no es una parte del programa de reivindicaciones transitorias, sino una moción especial (…) en el caso en el que se presente la cuestión, me levantaré y diré que la necesidad de un partido obrero está absolutamente demostrada por todos los acontecimientos
Por lo tanto Trotsky no cambió su perspectiva sobre el Partido de Trabajadores y el rol del partido revolucionario, sino que desarrolló una táctica ante las condiciones que habían cambiado para 1938, que le hubiera permitido al partido revolucionario intervenir y crecer de forma decisiva.
Esto es lo que dice el HWRS: “Lo que sabemos de seguro es que desde que Trotsky propuso un Partido de Trabajadores en EE.UU. como táctica para el SWP (en 1938) la consciencia de los obreros norteamericanos no ha cambiado mucho”. Esto es doblemente incorrecto: primero, Trotsky nunca propuso al Partido de Trabajadores en EE.UU. sino que desarrolló una táctica para intervenir en un movimiento ya existente por un partido de trabajadores –tal movimiento por un partido de trabajadores no existe hoy en EE.UU.- de hecho a fines de los ’90 los obreros han ampliamente rechazado tales intentos de la burocracia sindical por construir un movimiento por un Partido de Trabajadores. En segundo lugar, desde fines de los ’30, la CIO se ha burocratizado enormemente, muchos obreros han abandonado el movimiento sindical, las dos marchas del primero de mayo por un millón de obreros fueron en gran medida hechas por trabajadores inmigrantes (en el período post 2000) y que ha enormemente rechazado a toda la burocracia sindical de la ahora fusionada AFL-CIO. El enorme movimiento antiguerra del que participaban millones de obreros y soldados (representando hasta cierto punto una ruptura en el ejército imperialista) demostró que la expresión política independiente de los obreros no necesariamente tiene que pasar por un Partido de Trabajadores (los dirigentes de la AFL-CIO organizaron una marcha en el 2003 para que el imperialismo “gane la guerra” por lo tanto el movimiento antiguerra fue en contra de esta dirección).
Bajo estas condiciones, la propuesta del HWRS de un Partido de Trabajadores basado en los sindicatos, objetivamente hace de freno para un desarrollo político independiente de la clase obrera en EE.UU.

En momentos de “luchas masivas” el HWRS llamará a un partido obrero/de los trabajadores y luego “el ala revolucionaria podrá ganar el apoyo de la clase obrera y dirigir a los obreros hacia el poder”. En otras palabras, ¡de acuerdo al HWRS no hay rol para el partido revolucionario, ya que el ala izquierda del partido obrero burgués reformista dirigirá a los obreros al poder! Esta es la misma concepción del morenismo en Brasil en 1979 cuando se formó el PT y entraron a él para formar su ala izquierda, una política que estranguló los consejos obreros independientes en ese entonces.
Por lo tanto el HWRS está por un partido de trabajadores en relativos períodos de “calma” (ahora) y bajo períodos de luchas de masas. Esto, en el lenguaje de cualquiera, es una estrategia por un partido de trabajadores.
La política del HWRS es inclusive peor que una contención de las masas, las desarma en momentos en los que el imperialismo prepara la bota fascista. El HWRS afirma que cuando el imperialismo “no necesitará inmediatamente del servicio del fascismo (…) la burguesía puede decidir pacificar a los obreros mediante el establecimiento de un partido de trabajadores reformista”. Cualquier acontecimiento independiente de la clase obrera en EEUU, inclusive el establecimiento de un Partido de Trabajadores reformista, será respondido por la burguesía con la bota fascista. No es por nada que Trotsky planteó la táctica de Partido de Trabajadores en 1938 ligado a la formación de la milicia obrera.
La estrategia del HWRS por el Partido de Trabajadores en EE.UU. también revela quienes serán sus compañeros que posarán como la fracción de izquierda dentro de él: los castristas, que tienen gran cantidad de seguidores entre la mayoría de la vanguardia, y que son la principal fuerza contrarrevolucionaria en las filas de los inmigrantes. Ni una palabra ha dicho el HWRS sobre sus nuevos compañeros en la alianza.
Objetivamente, aunque lo hayan pretendido hacer conscientemente o no, la estrategia del HWRS por un partido de trabajadores ayuda a la dominación del capitalismo-imperialismo.

En este contexto, la creación por parte del HWRS de la falsa categoría de una “China imperialista” como el único competidor serio del imperialismo norteamericano debe ser examinada:
1. Esta es otra versión del “ultra-imperialismo” Kautskista, como si todos los antagonismos entre el imperialismo Alemán, Francés, Japonés y norteamericano se han resuelto por medios pacíficos. Esto desarma a la clase obrera mundial sobre la naturaleza y la causa de la verdadera profundización de las rivalidades inter-imperialistas y quién es responsable por ello.
2. Esta política esconde la brutal explotación de los obreros chinos a manos del imperialismo norteamericano y por lo tanto el profundo paratisismo de los obreros norteamericanos sobre la explotación de los obreros chinos. Las exportaciones de USA a China han aumentado 340% desde el 2000 –más que a cualquier otro lugar en la tierra-; Alemania está en un distante 80%; California (donde está el HWRS) es el más grande inversor en China en 2008 con U$S 11 Trillones. Muchas de las exportaciones de China esconden que la mayoría de los ingresos van de hecho al imperialismo norteamericano, por ejemplo el Ipod de Apple está en la lista de las exportaciones de China, el costo de su ensamblaje que va a China es mínimo y más del 50% del valor va al imperialismo norteamericano a través del diseño inicial y otros costos. Todos los bancos chinos tienen control y directorios cruzados con los bancos norteamericanos como el JP Morgan y el Citibank-JP Morgan Chase. China tiene inversiones en todas las grandes compañías chinas, con ganancias record en 2009; la vasta mayoría de las compañías de alta tecnología en China son de hecho propiedad y están controladas por el imperialismo; de acuerdo al consejo de negocios de China-USA, cada condado y distrito de USA se beneficia de las inversiones norteamericanas en China; su política de no defender a las masas en China frente a un ataque imperialista norteamericano significa que han cruzado la barricada hacia el lado de su propio imperialismo.
3. El Programa del HWRS de no defender a China del ataque del imperialismo norteamericano refleja la separación de la lucha del proletariado norteamericano contra su propio imperialismo de la necesidad de apoyar al proletariado de las semi-colonias que es directa e indirectamente explotado por el imperialismo yanqui. La otra parte de esta misma política del HWRS es su falsa "teoría" de una "China imperialista" que plantea que el proletariado chino puede derrocar a su propio régimen y, si se lleva esta posición hasta el final, establecer el socialismo en un solo país, independientemente de la lucha contra la principal potencia imperialista en el mundo, el imperialismo norteamericano, es decir, el mismo imperialismo que tiene la mayoría de las acciones en todas las grandes empresas y bancos chinos. La política del HWRS lleva a una ruptura con la revolución permanente que plantea que para que se imponga el socialismo en China, tiene que haber una revolución obrera victoriosa en EE.UU., es decir que el socialismo sólo puede triunfar a nivel internacional con los obreros tomando el poder en los centros imperialistas. La política del HWRS lleva al aislamiento y a la derrota tanto del proletariado norteamericano como de China, y efectivamente a la derrota del proletariado en todas las semicolonias, y a la vez le da sostén al imperialismo en todas las otras partes del mundo para desviar la presión revolucionaria de la clase obrera y alejarla de sus puertas, para seguir saqueando a las semicolonias. Esto explica el desdén que le tiene el HWRS a las luchas de los obreros inmigrantes y al proletariado bajo ataque de los títeres del imperialismo de Zimbabwe y Perú. Incluso se quedaron callados mientras sus propios militantes de su agrupamiento internacional estaban bajo ataque en las semicolonias, es decir, estuvieron inactivos cuando la FLTI lanzó las campañas por un tribunal moral en Zimbabwe cuando los luchadores obreros estaban bajo ataque de los renegados del trotskismo de la IST.
4. Cada política del HWRS en EE.UU. refleja su social-chovinismo. Por ejemplo la lucha de la Chevron contra los recortes del sector público es de hecho un llamado de presión sobre el imperialismo norteamericano para que reparta una mayor parte de sus ganancias parásitas que obtiene de la brutal explotación de la clase obrera alrededor del mundo; el llamado a una huelga “general” en California fue para presionar al imperialismo para que reparta más de lo que saca de la brutal explotación de los obreros chinos; su posición en Haití, afirmando que se armó una alianza entre los bolivarianos y China contra el imperialismo norteamericano, escondió la alianza del castrismo con el imperialismo yanqui contra las masas haitianas (Cuba abrió su espacio aéreo para permitir la invasión militar norteamericana en Haití para bloquear las otras fuerzas imperialistas de que tomen la isla), etc, etc.
5. La posición del HWRS también es una falsificación de la posición de Lenin: ellos dicen “Por supuesto que Lenin no vio la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y las consecuencias que ésta podía tener para el imperialismo. Para él la revolución en occidente intervendría, y como parte de la revolución internacional le daría un impulso a la US”. Lenin pasó los últimos años de su vida combatiendo a la burocracia y a la tendencia. Mientras había expulsado al capitalismo por la puerta principal, éste volvía por la ventana. Lenin una y otra vez discutió el vínculo entre el éxito de la revolución rusa con el triunfo de la revolución socialista en los centros imperialistas (ver “La Historia de la Revolución Rusa” de Trotsky apéndice- “¿Socialismo en un solo país?”, donde Trotsky cita extensivamente a Lenin). El vínculo entre la revolución en EE.UU. y las regiones del mundo bajo el yugo del imperialismo norteamericano, es lo que realmente falta en las posiciones del HWRS.
6. Otra falsificación del HWRS de Lenin y Trotsky es su afirmación de que la burocracia en el estado obrero era independiente, y que la restauración de una clase capitalista “independiente” en China o en la Unión Soviética era posible en un mundo controlado por el capitalismo-imperialista. En “La Revolución Traicionada”, Trotsky explica detalladamente el bajo nivel de la técnica dentro de la Unión Soviética y que la restauración capitalista significaría reducir el estado obrero a una virtual semicolonia. Pero más importante que esto es la concepción distinta que tiene el HWRS sobre el stalinismo como una entidad independiente, mientras la política del socialismo en un solo país llevó directamente a un dominio imperialista en todo el mundo y el brutal rol contrarrevolucionario del stalinismo para con la revolución mundial para mantener su propia posición de privilegio en un estado. Hay un río de sangre entre stalinismo y trotskismo, no meramente “reformista” como el HWRS describe al stalinismo. Así es que la concepción del HWRS del “imperialismo en un solo país” no es más que otra versión del socialismo en un solo país- una cobertura para que continúe la dominación imperialista del mundo.

Una respuesta mucho más detallada, con la que adherimos completamente, hecha por el SCI (Centro de Coordinación Internacional) de la FLTI al HWRS y el CWG se puede ver en el documento En defensa del marxismo; una respuesta a la minoría sobre China. No la repetiremos aquí.
Tenemos solamente un punto más para disipar: la acusación del HWRS y el CWG del centralismo burocrático por parte del SCI y la mayoría en la FLTI.
La minoría se olvida el elogio que le hicieron al SCI sobre qué tan democráticas fueron nuestras filas. En noviembre del año pasado el HWRS elogió a CM, uno de los miembros del SCI, por proponer a la minoría que sea mayoría en la comisión que haría el borrador de respuesta a nuestra relación con la JRCL (MF) japonesa
El primer congreso se hizo en julio de 2009 y el segundo fue programado para diciembre (6 meses después). Todas las bases tuvieron la oportunidad de participar en todas las discusiones. El llamado a posponerlo lo hizo el HWRS.
La posición de la minoría sobre China fue publicada en el primer Organizador Obrero Internacional antes que la de la mayoría incluso haya formulado una respuesta detallada.
En su acusación de cambiar la composición del SCI, el HWRS plantea que hubieron acusaciones con calumnias de dos miembros del SCI contra uno de sus militantes. Ambos miembros del SCIdieron un paso al costado para que la cuestión en disputa pueda ser discutida en nuestro próximo congreso.
A la minoría se le dio el derecho de actuar como una fracción pública, etc, etc.
Así claramente la acusación del centralismo burocrático es falsa. La cuestión más importante es por qué el HWRS trata de enturbiar las aguas sobre las diferencias políticas. Sólo puede ser porque quieren poner en pie un obstáculo artificial (Stalin estaría orgulloso) para impedir que las políticas de la FLTI lleguen a la vanguardia en los centros imperialistas. Las calumnias de Socialist Fight (Inglaterra) que está en una alianza con el GB (Francia) así como con los reaccionarios Chukakuha (Japón) demuestran que estamos enfrentando una tendencia internacional oportunista.
La victoria del proletariado mundial contra el imperialismo será conseguida sobre la derrota de la tendencia oportunista moderna, los kautskitas modernos.
¡Desde la Liga Obrera Internacional de Vanguardia (WIVL) proponemos al congreso que el HWRS y el CWG sean expulsados de nuestras filas! Ellos han roto decisivamente con los 23 puntos y todos los documentos fundacionales de la FLTI.

¡Abajo el oportunismo y el social chovinismo!
¡Por la refundación de la Cuarta Internacional!

Liga Obrera Internacional de Vanguardia (WIVL)
Comité Político

 

 

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